Eden Hazard sigue sin encontrar su sitio en el Real Madrid. Ancelotti le volvió a dar una oportunidad de inicio ante el Sheriff, en un partido que se presentaba plácido, para que pudiera continuar cogiendo el ritmo y la confianza que le llevase a acercarse a su mejor versión, pero terminó siendo cambiado en cuanto el técnico pudo. En la derrota ante los moldavos, volvió a quedar patente que la que fuera estrella del Chelsea continúa sin ganarse ese estatus en el conjunto blanco.
El partido ante el debutante en esta Champions se iniciaba con Hazard como acompañante de Benzema y Vinicius en el ataque. Desde los primeros minutos se le vio tratando de ser el organizador de la ofensiva madridista, tratando de combinar con el francés y siendo uno de los jugadores que más intentaban hacer daño al ordenado Sheriff. Sin embargo, no encontraba a forma de hacer daño.
Aunque intentó aparecer por dentro, en una posición más centrada, con el paso de los minutos terminaba más tirado a la izquierda, banda que en este Madrid tiene un dueño. Al volcar todos los ataques por el mismo costado, Vinicius no tardó en convertirse en el protagonista del partido para los madridistas, dejando de nuevo en un segundo plano al belga.
Ancelotti había confiado en darle la titularidad en busca de buenos minutos que le permitiesen hacerse continuar con su progresión, buscando parecerse al jugador que fichó por el Real Madrid y al que las lesiones han ido apagando. Pero las sensaciones volvieron a ser insuficientes. Aunque participativo, Hazard volvió a ser intrascendente para los blancos, lo que lleva la situación a un punto cada vez más preocupante.
El objetivo del técnico estaba claro. Sabía que contra el Sheriff el belga podía ser una de las grandes figuras del partido. Era la oportunidad perfecta para brillar, pero se topó con un muro que le fue imposible derribar. En un momento en el que los blancos necesitaban soluciones de emergencia, para conseguir doblegar al sorprendente equipo de Tiraspol, Hazard volvió a ser insuficiente.
Desaprovecha una buena oportunidad
Ante el Sheriff, Hazard tenía una nueva oportunidad para darle la vuelta a su situación en el Real Madrid. Desde que arrancó el curso, ha visto como su peso en el equipo se ha ido desmoronando, pasando de titular junto a Benzema y Bale en los primeros encuentros, a disponer de pocos minutos. De hecho, contra los moldavos se produjo su debut en la presente Champions, ya que en el encuentro frente al Inter no llegó a jugar pese a estar en buenas condiciones para hacerlo.
Ancelotti busca recuperar su mejor versión, o al menos una buena versión del que fuera uno de los mejores jugadores de la Premier League y del mundo. Después de conseguir que jugadores como Vinicius, Asensio o Rodrygo den un paso al frente, el siguiente objetivo del italiano es hacer lo propio con el belga, aunque por el momento, sigue sin conseguirlo.
Contra los moldavos, tuvo una gran oportunidad para reencontrarse con su fútbol. Sin embargo, el partido se torció y la gran sorpresa dada por el Sheriff evitó que se viera un Hazard cada vez más similar al que llegó al club en el verano de 2019. Su sustitución nada más producirse el empate de los madridistas no es más que una prueba de que aún le queda para ser considerado por Ancelotti como un jugador diferencial.